Un giro en el impuesto al 4×1000 promete más libertad, pero también podría ser un dolor de cabeza para los colombianos.
El sistema bancario en Colombia está a punto de transformarse. Desde el 13 de diciembre de 2024, la reforma al impuesto del 4×1000 entrará en vigencia, modificando el esquema con el que millones de personas han manejado su dinero durante años.
Este cambio, impulsado por el artículo 65 de la Ley 2277 de 2022, busca mejorar la flexibilidad y el control financiero, pero no está exento de polémica.
¿Una solución esperada o un problema inesperado del 4×1000?
Lo bueno:
- Más opciones, menos restricciones: Ahora, el límite exento de 16,400,000 pesos mensuales podrá dividirse entre todas las cuentas de un usuario, eliminando la obligación de concentrar movimientos en una sola cuenta bancaria.
- Mayor claridad y control: El uso de un sistema centralizado permitirá a los usuarios entender mejor sus transacciones y mantenerse dentro del margen exento.
Lo complicado:
- ¿Adiós a las cuentas de bajo monto? Actualmente, las cuentas menores a 3,059,000 pesos disfrutan de una exención adicional. Con el nuevo esquema, esta ventaja podría desaparecer, afectando a los pequeños ahorradores.
- Impacto en ahorros e inversiones: Los CDTs y otros instrumentos financieros, populares por su rentabilidad, podrían enfrentar una desventaja, ya que mover dinero hacia ellos consumiría el límite exento.
¿Cómo afectará a los colombianos el cambio del 4×1000?
El cambio puede simplificar las finanzas de quienes tienen múltiples cuentas bancarias, pero podría complicar la vida de los pequeños ahorradores y de quienes utilizan CDTs o cuentas de alta rentabilidad como estrategias financieras.
Además, los bancos tendrán que modernizar su infraestructura para manejar los nuevos requisitos, lo que podría provocar demoras iniciales o confusiones en el sistema.
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La reforma del 4×1000 se presenta como una apuesta para modernizar el sistema financiero colombiano, pero sus implicaciones reales dependerán de cómo se implemente y de si las ventajas superan los posibles inconvenientes.
Por ahora, los colombianos deberán mantenerse informados y ajustar sus finanzas para evitar sorpresas desagradables. ¿Será esta reforma un alivio real o un nuevo dolor de cabeza? La respuesta, como siempre, está en los detalles.
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