En el ámbito de las finanzas personales, es fundamental comprender qué son los pasivos y los diferentes tipos de deudas.
Estos términos desempeñan un papel crucial en nuestra estabilidad financiera y pueden afectar significativamente nuestra calidad de vida. En esta guía, exploraremos en detalle cada tipo de deuda y cómo manejarlos de manera efectiva para lograr la estabilidad económica deseada.
Pasivos corrientes vs. no corrientes
Igual que los activos, los pasivos tienen unas subcategorías. Es común hablar de pasivos corrientes y pasivos de largo plazo o no corrientes para definir la temporalidad de la deuda. Si tienes una deuda con vencimiento en menos de un año, se clasifica como un pasivo corriente, mientras que si la obligación que tienes es superior al año se considera un pasivo de largo plazo o no corriente.
Por ejemplo, la hipoteca de tu casa con una vigencia de 15 años es un pasivo de largo plazo o no corriente, mientras que la deuda de tu tarjeta de crédito a 6 cuotas mensuales es un pasivo corriente.
Vale la pena que hagas esta clasificación en tus propios pasivos, pues así descubrirás cuáles tienes que pagar con mayor urgencia sin entrar en mora.
¿Cuál es la diferencia entre las deudas de consumo y las deudas de inversión?
Para que comprendas de una manera más simple te daré un ejemplo: Tienes una papelería en el barrio donde vives y acaban de abrir una universidad cerca.
Te das cuenta que cada vez más personas van a tu negocio para solicitar el servicio de fotocopias. Tu papelería no tiene ese servicio y para lograrlo, vas al banco y solicitas un crédito con el cual compras la fotocopiadora. Eso es a lo que se le conoce como deuda de inversión.
Luego de un tiempo ya has pagado la fotocopiadora y decides sacar otro préstamo y esta vez lo utilizas para comprar la camioneta de tus sueños, para salir a comer los fines de semana. Eso ya no es una deuda de inversión, sino que es una deuda de consumo.
En términos generales, consideramos deuda de inversión a la que se hace precisamente para realizar una inversión. Esa inversión tiene como característica principal la colocación de unos recursos con la expectativa de generar utilidades económicas en un horizonte de tiempo definido.
Por el contrario, una deuda de consumo es la que se obtiene para pagar un gasto que se consume y no se hace con el fin de generar rentabilidad.
¿Son todas las deudas malas?
Las deudas no son malas por su propia naturaleza, es la utilidad de esos capitales que obtenemos la característica principal definidora de la calidad de las deudas.
Si utilizas deudas para tu crecimiento financiero o para realizar consumo de manera responsable, pueden ser herramientas valiosas para que obtengas bienestar financiero.
Pero, si por el contrario las deudas destruyen valor económico, te hacen vivir por encima de tus posibilidades y generan un efecto de bola de nieve que cada vez te deja en una peor situación, pueden ser la peor amenaza para tus finanzas personales.
Muchas personas consideran que todas las deudas de consumo son malas y que todas las deudas de inversión son buenas.
Te recomendamos hacer una evaluación más juiciosa ya que, aunque muchas veces se da esa correlación, está muy lejos de ser una regla general.
Por ejemplo: utilizar tu tarjeta de crédito de acuerdo a tu capacidad, sin cuota de manejo y pagando la deuda antes de que se generen intereses, es una deuda de consumo.
La podemos considerar una deuda buena porque te permite adquirir bienes y servicios sin costo, aplazar tu egreso para el siguiente mes y tal vez hasta disfrutar de beneficios como millas o puntos.
En cambio, adquirir un préstamo a una tasa efectiva anual de 10% para invertir en un negocio con un retorno esperado de 8% EA, se considera una deuda de inversión; pero la debemos catalogar como una deuda mala.
El costo de la deuda es superior a la rentabilidad de la inversión y por eso cada mes que pasa, en la operación financiera se destruye valor, o en palabras más simples, pierdes dinero.
Las deudas, también conocidas como pasivos, pueden ser un gran vehículo para el cumplimiento de tus metas si las usas de una manera responsable. Te invitamos a realizar nuestro curso de planeación financiera para que lleves un mejor control sobre ellas.
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¿Cuál es la diferencia entre los pasivos corrientes y los pasivos no corrientes?
Los pasivos corrientes son aquellos que tienen un vencimiento de menos de un año, mientras que los pasivos no corrientes son aquellos cuya obligación es superior al año.
¿Qué es una deuda de inversión?
Una deuda de inversión es aquella que se obtiene para realizar una inversión con la expectativa de generar utilidades económicas en un horizonte de tiempo definido.
¿Son todas las deudas malas?
No, las deudas no son malas por su propia naturaleza. Su calidad depende de cómo se utilicen y si generan valor económico o no. Las deudas pueden ser herramientas valiosas para el crecimiento financiero si se utilizan de manera responsable.
Soy una Contadora pública con más de 5 años de experiencia en el sector contable, conocedora de las normas financieras y fiscales, así como de las nuevas tecnologías.